Unidad Didáctica 14. El comercio internacional
Unidad Didáctica 14. El comercio internacional
Si se observa la evolución que ha tenido la economía con el paso del tiempo, se aprecia la necesidad que tiene el sistema de comercializar bienes y servicios a nivel internacional para seguir funcionando correctamente.
El comercio internacional es el intercambio de bienes y servicios entre los diferentes países, con el objetivo de cubrir la carencia de las distintas economías. Este intercambio ha evolucionado con el paso del tiempo gracias al desarrollo de las comunicaciones, los transportes, la tecnología...
¿Por qué comercian los países?
Estas diferencias pueden resumirse en los puntos siguientes:
- Las condiciones climáticas.
- Riqueza mineral.
- Tecnología.
- Cantidad disponible de mano de obra, capital y tierras cultivables.
Estos son los factores que condicionan la producción de los diferentes países y que propician que éstos tiendan a especializarse, es decir, que tiendan a producir aquellos bienes para los que están comparativamente mejor dotados y, además, puedan hacerlo a un coste menor.
Por ejemplo, el coste de los factores productivos en los países en vías de desarrollo permite a éstos ofrecer productos agrícolas y manufacturados a un precio menor al fijado en los países desarrollados.
Aunque las posibilidades tecnológicas y las dotaciones de recursos fuesen idénticas, también existen
diferencias en los gustos de los consumidores de unos y otros países que justifican la aparición del comercio internacional.
Razones del comercio internacional
De esta forma, las razones por las cuales los países participan en el comercio internacional se pueden resumir en cuatro apartados que vamos a ordenar siguiendo los criterios de Cuervo-Arango (1994):
- Diferencias en los gustos o preferencias de los consumidores: si consideramos idénticas las posibilidades de producción de dos países, las diferencias en los gustos de los consumidores establecerían diferencias en precio y producción sin intercambio comercial. Y, de existir la posibilidad del comercio internacional, cada país importaría el bien que valora relativamente más que el otro (hay gente que prefiere hacer turismo en Palma de Mallorca y otros en Córcega o Sicilia, unos prefieren coches alemanes y otros italianos).
- Diferencias en las dotaciones de recursos productivos:
- Las condiciones climáticas hacen que unos países dispongan de factores productivos que resultan escasos para otros, como el caso de España que reúne unas condiciones excepcionales en términos de horas de sol, temperatura y escasas lluvias en época de verano en las zonas costeras.
- La riqueza mineral hace que países como Arabia Saudí puedan exportar grandes cantidades de petróleo por la existencia de grandes yacimientos en su territorio.
- La dotación de factores hace que países con mano de obra más barata sean intensivos en procesos productivos de carácter manual, que aquellos que tengan capital sean intensivos en procesos que requieran mucha inversión, como la refinería o la industria aeronáutica, o países como Canadá o Brasil, con grandes áreas forestales, se hayan especializado en la exportación de madera y papel. Cuando las diferencias entre países se limitan a diferencias en las dotaciones relativas de factores, cada país exporta aquella mercancía que utiliza relativamente más el factor de producción que es relativamente más abundante.
- Distintas capacidades tecnológicas que tienen que ver con:
- inversiones en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i) que deriva en nuevos productos o nuevos procesos productivos,
- el conocimiento acumulado a través de la experiencia,
- la concentración de talento e iniciativa emprendedora genera sinergias que propician el desarrollo tecnológico, como por ejemplo Silicon Valley.
- Ventajas comparativas en los costes de producción (economías de escala, rendimientos decrecientes).
De todas las razones que justifican el comercio internacional, la más aceptada es aquella que señala que los países tienden a especializarse en la producción y exportaciones de aquellas mercancías para las que poseen mayores ventajas comparativas (Mochon, 2008). Esto ocurre, sobre todo, cuando pueden producirlas a un coste relativamente más bajo que otros países.
Como resultado, la producción mundial (y, en consecuencia, su capacidad de satisfacer los deseos de los consumidores) será mayor que la que se obtendría si cada país intentase ser lo más autosuficiente posible.
De acuerdo con esta teoría, la diferencia entre lo que cuesta producir los bienes un país o en otros es suficiente para que sea preferible que cada país se especialice en aquellos productos en los que dispone de una ventaja comparativa.
¿Qué es la ventaja comparativa?
Un país tiene ventaja comparativa en la producción de un bien cuando puede producirlo con menor coste de oportunidad que otros países. Este coste de oportunidad se mide como la cantidad de bienes a la que hay que renunciar para producir una unidad adicional del bien en cuestión.
Para que el flujo comercial tenga lugar, es preciso que se realice en condiciones que sean favorables para ambos, es decir, a una relación real de intercambios entre paraguas y vestidos que justifique dicho intercambio.
Por ejemplo, un trabajador A es capaz de fabricar 150 vestidos en una jornada de trabajo de 8 horas o 120 unidades de paraguas en el mismo tiempo, mientras que el trabajador B es capaz de producir 100 unidades de vestidos o 100 unidades de paraguas.
Si imaginamos un país donde las preferencias son idénticas entre paraguas y vestidos, el país del trabajador A fabricará, 75 vestidos y 60 paraguas, mientras que el país del trabajador B producirá 50 vestidos y 50 paraguas:
- Al especializarse el país del trabajador A en vestidos producirán 150 unidades, que posteriormente puede intercambiar con el país B a razón de 1 vestido por un paraguas, pudiendo obtener 150 paraguas, siempre y cuando el país B se especialice y aumente su capacidad productiva.
- Por el contrario, el país del trabajador B al especializarse en paraguas producirá 100 unidades de producto, que puede intercambiar con el país A a razón de 4 paraguas por 5 vestidos, pudiendo obtener 125 vestidos al intercambio (ver gráfico 2).
Además de estos conceptos, el tema se completa con el estudio de la balanza de pagos y los tipos de cambio, dejando para la última unidad los conceptos relacionados con el proteccionismo, la cooperación internacional, la integración económica y posterior globalización que da paso a los problemas económicos actuales basados, principalmente, en la distribución de la renta (desigualdad y pobreza) y el desarrollo sostenible (crecimiento económico y medio ambiente).
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